La Infección del Tracto Urinario (ITU) se define como la colonización de bacterias en cualquier punto del tracto urinario capaz de producir alteraciones funcionales y/o morfológicas.
La ITU –bacteriuria asintomática, cistitis aguda y pielonefritis aguda (esta es la segunda patología de causa no obstétrica más frecuente en la embarazada)- es uno de los motivos más comunes por los que consulta la mujer embarazada.
La Escherichia Coli se encuentra presenta aproximadamente en el 80-90% de las infecciones de vías urinarias y en el 95% de pielonefritis agudas.
A pesar del desarrollo de nuevos antibióticos, las ITU continúan asociándose a complicaciones graves tanto para la madre como para el recién nacido. La relación entre infección de vías urinarias, parto prematuro y bajo peso al nacer está ampliamente documentada (27%), por lo que no debe ser infravalorada. Es necesario un adecuado seguimiento de estas gestantes por el riesgo que conlleva de complicaciones y por las frecuentes recurrencias.
¿Cuáles son los factores predisponentes de padecer una ITU?
Cambios fisiológicos y morfológicos inherentes al embarazo: dilatación ureteral (hidrouréter), compresión mecánica del útero y de la vena ovárica sobre el uréter, elevación de la vejiga por crecimiento uterino, influencia hormonal (progesterona y prostaglandinas disminuyen el tono y la contractilidad del uréter favoreciendo el reflujo vesicoureteral), vaciado vesical incompleto, aumento del filtrado glomerular en el riñón (éxtasis urinario), alcalinización de la orina y glucosuria (facilitan el crecimiento bacteriano), alteraciones en el sistema inmunitario, etc.
Cambios inherentes al sistema urinario: alteraciones anatómicas y antecedentes de patologías diagnosticadas previas al embarazo, como estrechez ureteropiélica, litiasis urinaria, reflujo vesicoureteral, antecedentes de infecciones urinarias de repetición, etc.
Enfermedades previas: diabetes mellitus, obesidad, enfermedades neurológicas (vejiga neurógena), anemia falciforme, enfermedades autoinmunes, enfermedades de transmisión sexual (VIH).
Otros: edad avanzada, multiparidad, tipo de embarazo (múltiple), bajo estatus socio-económico, actividad sexual con deficiente lavado genital pre y poscoital, lavado genital de atrás a adelante, patrón miccional inadecuado, etc.
¿Cuál es la sintomatología?
Los síntomas varían en cada mujer; los más comunes incluyen: dolor hipogástrico, ardor al orinar y probablemente durante las relaciones sexuales, necesidad frecuente de orinar, mal olor en la orina, orina turbia o con sangre, febrícula…
Si aparecen señales de posible infección en los riñones (pielonefritis), se debe buscar atención médica inmediatamente. Los síntomas a menudo se presentan de forma repentina e incluyen fiebre alta (frecuentemente con escalofríos y sudores), dolor lumbar (en uno o ambos lados), náuseas y vómitos.
En muchas ocasiones, en la mujer embarazada se da bacteriuria asintomática por lo que es necesario solicitar los estudios apropiados para detectarla y tratarla si está presente. Para ello se realizan cultivos de orina de manera rutinaria a todas las mujeres embarazadas en su primera visita prenatal.
¿Cómo prevenirla?
- Beber mucha agua, aproximadamente 2 litros diarios.
- No ignorar las ganas de orinar y vaciar completamente la vejiga.
- Después de defecar, limpiarse de adelante hacia atrás para evitar el contagio de bacterias de las heces en la uretra.
- Lavarse el área genital con jabón suave y agua para mantenerla limpia y seca.
- Beber zumo de arándano.
- Evitar los productos de higiene femenina (en aerosol o en polvo) y los jabones fuertes que puedan irritar la uretra y los genitales.
- No realizar duchas vaginales durante el embarazo.
- Completar el tratamiento antibiótico.
Alicia Barba
Residente de Matrona 2º año. HGU Alicante