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Uso del espejo en el período expulsivo del parto

 

Uno de los principales efectos del uso de la analgesia epidural en el trabajo de parto es la prolongación del periodo expulsivo, es decir, el descenso y la expulsión de la cabeza fetal una vez que se alcanza la dilatación completa. La razón es que se pierde la sensación de pujo espontáneo, la mujer no siente la necesidad de empujar con la contracción por el efecto que tiene la medicación sobre la musculatura pélvica. Así, los profesionales que atendemos el parto utilizamos varios métodos para dirigir a la mujer en los pujos y ayudar así  a que empuje de forma eficaz. Uno de estos métodos es el uso de un espejo en el que la mujer ve reflejada su vulva y periné, y observa cómo con su pujo la cabeza fetal va descendiendo y abombando el periné. De esta forma, la mujer puede percibir qué forma de empujar es la más efectiva, y repetirla hasta el nacimiento de su bebé.

Hace poco más de un mes se ha publicado un estudio sobre el uso del espejo en el expulsivo. El trabajo tiene como objetivo general “examinar la actitud de la mujer y su pareja, sobre el uso del espejo en el periodo expulsivo del parto”.  También se plantean conocer las características demográficas y variables relacionadas con la ansiedad de las mujeres, y sus parejas, que aceptan utilizar el espejo respecto a las que lo rechazan. Finalmente exploran las sensaciones que experimentan las parejas que acceden a utilizar el espejo, y la diferencia entre las expectativas que tenían previamente al parto y la vivencia final.

Tras realizar el estudio, los autores concluyen que la experiencia del uso del espejo en el expulsivo del parto tiene una alta aceptación. Las madres consideran que ver el parto estimula el pujo, es una experiencia beneficiosa, recomendable y necesaria. Destacan la enorme carga emocional que tiene para ellas el ver nacer a su hijo. Respecto a las parejas que rechazan el uso de esta técnica, concluyen que son personas con mayores niveles de ansiedad respecto a las que sí aceptaron, y que esta negación puede ser una forma de evitación de un hecho estresante, como es el nacimiento de un hijo.  En el estudio no se analiza si hay diferencias en el resultado final del parto (tiempo total de expulsivo, realización de episiotomía, desgarros, necesidad de parto instrumentado, etc.) entre las parejas que utilizan el espejo y las que no, pero destacan la importante proporción de mujeres que refieren la gran ayuda que les ha proporcionado a la hora de empujar, evaluándolo como un método de autocontrol.

Tras analizar estos resultados, los profesionales que trabajamos acompañando a las parejas en el nacimiento de sus hijos, deberíamos ofertar de forma sistemática el uso del espejo en el periodo expulsivo de parto, ya que es una técnica sencilla, de bajo coste y sin efectos secundarios. Además, si ofrecemos a los acompañantes que sean ellos los que sujeten el espejo y animen a los pujos, conseguimos involucrarlos en el proceso de forma activa, con lo que puede aumentar también su satisfacción final con la atención al parto recibida.

Y  a las mujeres, animarlas a tomar parte activa en su proceso de parto, y soliciten a los profesionales el uso del espejo. Seguro que, si no hay ninguna situación especial que lo impida, no tendrán ningún problema en poder utilizarlo. Y después, que nos cuenten cómo se han sentido y cómo lo han vivido. 

Esta entrada es un comentario del artículo cuya referencia es:
Becerra Maya EJ, Lapuente Jambrina G, Alonso Ortega VM. Uso del espejo en el periodo expulsivo del parto: evaluación mediante diferencial semántico. Index Enferm (Gran) 2011; 20(1-2): 46-50.