Hace unos días, enfermeras, matronas y residentes tanto de atención hospitalaria como de atención primaria del Área, recibimos una sesión informativa en el H.General Universitario de Alicante, sobre el alcohol y el embarazo. Detrás del nombre de la campaña “Vas a obligarle a beber alcohol”, la Generalitat Valenciana ofrece todo un sistema de recursos informativos para el personal sanitario que estamos en contacto con la mujer desde las primeras etapas de su embarazo, para la prevención del consumo de alcohol durante el embarazo y la lactancia, y la detección de recién nacidos afectos de distintos trastornos del desarrollo asociados a dicho consumo materno.

          Tras asistir a dicha sesión, recuerdo varias preguntas frecuentes, que las mujeres realizan en ocasiones durante sus visitas de control, o incluso varias que están extendidas como “creencia popular”…

1. ¿Cuánto alcohol puedo tomar si estoy embarazada?

      “se desconoce cuánto alcohol puede ser dañino para el niño: ninguna mujer debe consumir ninguna cantidad del mismo. El alcohol produce daños graves e irreversibles al feto. El único consumo seguro de alcohol durante el embarazo es el CONSUMO CERO.”

La Asociación Española de Pediatría nos dice:

     “Los niños pueden nacer con rasgos faciales alterados (cabeza pequeña, maxilar superior pequeño, entre otras) y malformaciones en el corazón, los riñones, el tubo digestivo, las extremidades, etc. Además, puede generar un retraso en el crecimiento y desarrollo psicomotor que puede ir desde moderado a profundo, pudiendo provocar problemas de hiperactividad, dificultad para memorizar, hablar o coordinarse. De hecho, el alcohol es la primera causa no genética de retraso mental.”

2. ¿Hay algún tipo de bebida que sea menos perjudicial?

                “es igual de perjudicial el alcohol de la cerveza, que el del vino, que el de los licores destilados”.

3. Igual si lo tomo al principio o ya al final que no queda nada para que nazca

                “el daño fetal por consumo de alcohol, se produce en cualquier momento del embarazo”.

Volvamos a hacer referencia sobre los consejos de la Asociación Española de Pediatría:

     “Beber alcohol en cualquier momento del embarazo puede dañar al feto, aunque, en general, se considera el primer trimestre de la gestación es un periodo especialmente vulnerable a todos los   agentes tóxicos o dañinos para el bebé debido a que durante este periodo se lleva a cabo la mayor parte del desarrollo de los órganos del bebé.

4. Dicen que la cerveza ayuda a producir más leche durante la lactancia…

                “es una creencia totalmente falsa; el consumo de alcohol durante la lactancia, puede pasar al bebé a través de la leche materna”.

Por qué es peligroso consumir alcohol durante el embarazo.

• Afecta al desarrollo del niño en cualquier momento del embarazo.
• Puede provocar: abortos espontáneos, nacimiento de fetos muertos.
• Síndrome Alcohólico Fetal.
• TEAF (diversos trastornos permanentes del desarrollo que se conocen como Trastornos del Espectro Alcohólico Fetal).
• Todo el alcohol que la gestante ingiera durante la gestación, es consumido también por el feto a través del cordón umbilical.

Síndrome Alcohólico Fetal.

     Es el término médico que define el conjunto de alteraciones que pueden afectar a los bebés cuyas madres consumieron alcohol durante el embarazo. En realidad, este síndrome, propiamente dicho, aparece en los casos más graves. En la gran mayoría, se produce algunas de estas manifestaciones. Por eso se habla del "síndrome alcohólico fetal", en el primer caso, y de "trastornos relacionados con el síndrome alcohólico fetal" en los otros.

Trastornos del Espectro Alcohólico Fetal. Son trastornos que afectan al individuo durante toda su vida. 

• Déficit de memoria.
• Déficit de atención.
• Déficit cognitivo (retraso mental).
• Hiperactividad.
• Déficit de percepción visual-espacial.
• Déficit de aprendizaje.
• Alteraciones del funcionamiento ejecutivo.
• Déficit en tareas de planificación y anticipación.
• Rigidez de pensamiento o flexibilidad cognitiva.
• Problemas en la velocidad de procesamiento.
• Retraso del lenguaje.
• Retraso del desarrollo psicomotor.
• Malformaciones faciales (SAF: Síndrome Alcohólico fetal.